Estamos en la época de los calabacines y de repente me he visto con unos cuantos en casa, sin saber muy bien qué hacer con ellos. Como no quería estar comiendo todo el día puré de calabacín (que también tocó, oye), me decidí a buscar algo distinto y encontré esta receta.
Me han gustado muchísimo, así que espero repetir pronto.
Las cantidades dependen un poco de los comensales y de la cantidad de calabacines que quieras aprovechar 😉 Yo hice 2 calabacines de buen tamaño.
Ingredientes:
- 2 calabacines grandes
- 400 g de carne picada (la mía era de pavo-pollo, pero puede ser de ternera)
- media cebolla
- dos zanahorias pequeñas
- Queso rallado
- Bechamel comprada, aunque yo la hice casera: 40 g de mantequilla, 2 cucharadas de harina, leche, sal y nuez moscada
- Para la salsa de calabacín (opcional): la carne de los calabacines, un chorro de tomate frito y otro chorro de nata para cocinar
Preparación:
Lavamos bien los calabacines, los cortamos en trozos de unos 4 dedos y los vaciamos, dándoles forma de vaso, con las paredes y el suelo un poco gruesos (para hacernos una idea).
Los ponemos en agua hirviendo durante 10 minutos. Pasado este tiempo, los sacamos y los dejamos escurriendo. Reservamos.
Mientras tanto hacemos el relleno: picamos muy fina la cebolla y la echamos en una sartén con aceite, a fuego lento, hasta que quede transparente. Luego echamos las zanahorias peladas y también picadas muy finas. Pasados unos minutos, echamos también la carne, salpimentamos, y vamos removiendo cada poco hasta que se haga.
Mientras se puede hacer la bechamel: calentamos la mantequilla en un cazo y, una vez derretida, echamos la harina y removemos bien durante 3 minutos. Luego vamos añadiendo la leche poco a poco (mejor si la hemos calentado un poco antes), sin parar de remover con las varillas, hasta que consigamos una bechamel no muy espesa. Echamos la sal y la nuez moscada y mantenemos 5 minutos más al fuego.
Cuando esté hecha la carne, echamos un chorrito de tomate frito y luego la bechamel. Removemos bien y dejamos que se mezcle al fuego unos minutos.
A continuación ya podemos precalentar el horno a 180ºC. Untamos una bandeja con un poco de mantequilla y colocamos los calabacines. Vamos rellenando con la carne y echamos queso rallado por encima. Introducimos al horno para gratinarlos, durante 10 minutos, más o menos.
Mientras tanto preparamos la salsa, que no se tarda nada: echamos la carne de los calabacines en una sartén con aceite y vamos removiendo hasta que los trocitos se vayan haciendo. Echamos el tomate y la nata, removemos bien, y pasamos la mezcla por la batidora, que quede muy fina, para luego dejarla unos minutos más en la sartén.
Cuando hayamos terminado los calabacines estarán listos para servirlos con la salsa.