Sacada del libro “Los mejores menús de la abuela” de Georgina Regás es una receta que tengo que hacer a menudo porque a mi familia le gusta mucho.
Ingredientes:
- 600 g de carne picada. Según la auténtica receta del libro 300 g de ternera y 300 g de cerdo. A la que se unirán 100 g de miga de pan remojada en leche y escurrida, 1 diente de ajo y perejil picados, 1 huevo y sal. Después se harán las bolitas y se pasarán por harina. Yo este paso me lo salto entero y compro una bandeja de 24 albóndigas en Mercadona y como me parecen muy gordas las divido en dos. Las guiso todas a la vez, nos comemos la mitad y la otra mitad las congelo. ¡Uf, qué párrafo para el primer ingrediente!
- Aceite de oliva
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 1 zanahoria
- 4 tomates maduros
- 1 lata de guisantes
- 1 cucharada de harina
- 1 vasito de vino blanco
- 2 vasos de caldo
- 1 diente de ajo
- Sal
- Pimienta
Preparación:
Teniendo ya las albóndigas hechas, se calienta el aceite y se fríen, cuando estén doradas se echan en una cazuela de barro.
Se sofríen la cebolla, el puerro y la zanahoria. Cuando tomen color se añaden la cucharada de harina y el vino. Cocer a fuego vivo, y cuando reduzca el vino se añaden los tomates pelados y cortados, el caldo, sal y pimienta.
Todo esto se pasa por el pasapurés, colador chino, o como se llame en la tierra de cada cual, y se vierte sobre las albóndigas, y también se echan los guisantes.
Se machaca el diente de ajo y se añade junto con el perejil. Se pone a cocer la cazuela 10 minutos para que se mezclen los sabores.